La historia de Ginette Garde
Ginette Garde es mucho más que una marca: es la encarnación de una herencia familiar y de una pasión transmitida de generación en generación.
LA ELEGANCIA ÚNICA
Esta aventura comienza con Ginette, mi abuela, una mujer visionaria y apasionada, que nunca tuvo miedo de seguir su propio camino. Después de la guerra, en los años 1950, se lanzó a la moda y creó sus propias colecciones, confeccionando cuidadosamente vestidos con motivos florales en su casa de Cherburgo, Normandía.
En 1952, Ginette se distinguió abriendo una auténtica concepto de tienda muy adelantado a su tiempo. Ofreció a sus clientes un espacio único que reunía sus creaciones de ropa, joyería, un rincón de peluquería y belleza. Pionera en su época, entendió que las mujeres aspiraban a encontrar todo lo que necesitaban en su día a día en un solo lugar, beneficiándose al mismo tiempo de una experiencia personalizada. Su concepto único atrae a una clientela fiel, encantada por su enfoque que hace de cada mujer una persona bella y única.
Durante sus primeros desfiles de moda...
Parades
Ginette tuvo la oportunidad de crear sus propios desfiles para presentar sus primeras creaciones. Desde el principio diseñó sus bocetos y confeccionó vestidos con estampados florales que lució con orgullo en las pasarelas.
Estos desfiles fueron para ella una oportunidad de revelar su talento como diseñadora y resaltar sus piezas únicas, combinando audacia y elegancia. Gracias a estos eventos pudo presentar su mundo a un público fiel y entusiasta, y así sentar las bases de lo que se convertiría en una auténtica aventura de la moda. Estos momentos fueron un verdadero logro para Ginette, una mujer que, desde el principio, supo combinar pasión, creatividad e innovación.